摘要:El presente trabajo analiza la importancia de la centralidad en espacios de resistencia social tomando como referente la Plaza de las Tres Culturas en el interior del emblemático Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco en la Ciudad de México, lugar en donde tendría lugar la represión violenta de estudiantes en los albores de los XIX Juegos Olímpicos en 1968.A partir de este hecho reflexionamos sobre la importancia de la centralidad en sus dimensiones territorial, temporal, mediática y cultural para la transmisión de mensajes a la población, que en este caso marcó un punto de inflexión importante para la vida social y política del país.Mediante un análisis historiográfico, se examinan los distintos eventos ocurridos en la segunda mitad del siglo XX, en donde se manifiesta la relevancia del caso de estudio en los eventos de 1968.En las protestas se reclamaban las libertades democráticas y Tlatelolco se erige como epicentro urbano desafiando a un urbanismo como instrumento de poder y enfrentándose a una intervención militar que buscaba suprimir contradicciones, demostrar coherencia y reducir un proceso dialéctico a un esquema lógico.Este abordaje revisa la gestación de una ciudadanía emergente en ese periodo, donde una revisión de las relaciones de poder replanteó las políticas de la vida cotidiana urbana.Ante la percepción de las protestas como la creación de un ágora moderno y una nueva apropiación del espacio urbano, concluimos que estos espacios de contestación surgieron a partir de la desesperación y el rechazo de un régimen impositivo y que tuvieron una función instrumental para cimentar la democracia en el tiempo.Se concluye que este evento marca por sí solo el papel que la contestación social tuvo en la creación de una ciudadanía emergente, que a partir de entonces transformó la vida cotidiana de sus habitantes.