摘要:El discurso publicitario añade al flujo informativo una carga persuasiva, que se traduce en el intento de conquistar al receptor mediante la creación de expectativas que modifiquen nuestra experiencia de placer. El imaginario publicitario proyecta una perspectiva vital que trasciende nuestra vida cotidiana y que, a pesar de ser inasequible para la mayoría de receptores, se convierte en una pauta a seguir, a alcanzar. Sin embargo, todo imaginario publicitario, que es imposible, inaccesible para la mayoría, sólo es viable a través de la generación de sucedáneos: objetos, servicios, experiencias, vidas con los que nos conformamos o resignamos. Por tanto, es este un efecto emocional inherente al mensaje publicitario, que se desmontaría en el momento en el que el receptor hiciera uso exclusivo de su capacidad racional, con lo que el discurso se convertiría en información desnuda de todo artificio. Se daría paso a la antipublicidad .