摘要:El presente articulo repasa ciertos desarrollos teóricos e investigaciones dentro del marco de la Psicología Positiva y de la Psicología del Envejecimiento. Algunos conceptos que se encuentran en esa intersección son: capital psíquico, fortalezas, bienestar psicológico y regulación emocional. En todos los casos son factores psíquicos positivos asociados al buen envejecer. La psicología de la vejez ha ido transitando desde finales del siglo XX una etapa de desarrollo sostenido con transformaciones fundamentales en cuanto a las bases teóricas en las que se apoya. Una de estas transformaciones surge de su encuentro con la Psicología Positiva, corriente también, de reciente aparición. El trabajo teórico en este campo es de interés debido a que desde una perspectiva clásica, de raíz biologicista, se plantea como aspecto central de la vejez el declive en las fortalezas físicas y psíquicas, y por lo tanto, la pérdida o deterioro de aquellos rasgos y cualidades positivas que fueron fundamentales durante la vida juvenil y adulta. La vejez estaría marcada por un deterioro, una fragilización y pérdida de la autorregulación progresiva del sujeto. Esta visión llevo a ignorar aspectos claramente positivos de la vejez, como el acopio de experiencia o la mayor disponibilidad de tiempo libre que le permitiría una mayor amplitud en la búsqueda de formas de realización personal entre otras. Del recorrido por los diferentes constructos en los que psicología positiva y psicogerontología se van definiendo un conjunto de características de lo que podemos llamar el envejecimiento psíquico. En primer lugar aparece un cambio en la perspectiva acerca de lo que este proceso implica. Envejecimiento no es visto como un proceso inexorable y universal de deterioro, sino que además de una gran variabilidad, presenta distintos aspectos en las que vemos el desarrollo de potencialidades y recursos que no estaban presentes en etapas anteriores.