摘要:Se reconoce al siglo XX como el siglo de la revolución de las mujeres, debido al avance sustancial en la conquista de derechos civiles, políticos, reproductivos y sexuales; con distintos ritmos y legitimidades, con avances y retrocesos.Tanto para planificar el desarrollo local/regional como para fortalecer la democracia sustantiva, es necesario garantizar la soberanía sobre el primer territorio de ejercicio: el propio cuerpo. Nada más personal que el cuerpo y nada más político. Desde esta concepción política, el cuerpo se ubica en la intersección entre lo público y lo privado, vinculado a lo global, lo local, lo social, tornándose un campo de actuación del Estado (por acción u omisión), la comunidad, la familia, el mercado, las religiones y también las fuerzas fundamentalistas. Las fronteras entre las esferas constitutivas de la modernidad —lo público y lo privado— estallan cuando pensamos la democracia con relación a los derechos sobre el propio cuerpo.