摘要:Además de la rotación y la traslación, el planeta Tierra ejerce otros movimientos menores, que si bien imperceptibles, son de consecuencias importantes en los cambios climáticos que ha sufrido durante el pasado geológico. La conexión entre los movimientos de precesión, oblicuidad y excentricidad, con los grandes cambios climáticos y las glaciaciones fue presentada por Milankovitch en 1941. Cada uno de los movimientos orbitales presenta una periodicidad que es detectable a partir de datos geológicos y geoquímicos. Sin embargo, procesos posteriores en el sedimento (por ejemplo, diagénesis, otros patrones cíclicos superpuestos, y el llamado ruido litológico, interfieren en la detección precisa de los ciclos de Milankovitch. Una vez establecidos los patrones orbitales en un registro sedimentario, esta herramienta cicloestratigráfica es muy eficaz en correlaciones litológicas, temporales, y se demuestra además su utilidad en el análisis de rocas madre y rocas reservorio de hidrocarburos dentro del sistema petrolero.