摘要:La participación de las mujeres en el ámbito productivo, realizando labores de trabajo extradoméstico (García, de Oliveira, 1994) ha ido en acelerado aumento en las últimas décadas, lo cual obedece a distintos factores, desde los cambios en los estilos de vida, en las aspiraciones de las mujeres, hasta una mayor demanda de trabajadoras en algunos sectores económicos (Razavi, 2008). Este acceso al mundo laboral no ha sido un proceso armónico ni conciliatorio de las actividades tradicionales: la maternidad, el cuidado y el trabajo doméstico. Por el contrario, suelen experimentarse tensiones derivadas de la jerarquización de los roles de género, resultando en un diferencial patriarcal (Moreno, 2008) que se refleja en un déficit de las mujeres frente a los hombres que también participan en el mercado laboral.Asumiendo que todo modelo de familia, se asienta en distintos modelos de producción bajo una determinada concepción de desarrollo, de la cual depende la distribución del trabajo en el mercado laboral, el papel que juega el estado y las obligaciones que se le asignan a la unidad familiar (Esping-Andersen 2000), es posible ver que coexisten trabajos seguros, estables con trabajos precarios, flexibles. Finalmente, incorporamos al análisis la pobreza; las mujeres pobres han visto reducidas sus oportunidades de desarrollo, además de que las opciones laborales que encuentran suelen ser más rígidas en cuanto a la organización, (Moreno, 2008) incrementando así la tensión entre lo doméstico y extradoméstico.En el presente trabajo presentamos primero una mirada sociodemográfica de un polígono de pobreza en León, Guanajuato y profundizamos el análisis con testimonios de un conjunto de mujeres trabajadoras del aseo en una institución de Educación Superior privada, que viven en dicha zona analizando las tensiones entre los ámbitos doméstico y extradoméstico, así como el impacto que la actividad remunerada ha tenido en ellas.