摘要:Oscar Niemeyer, el más internacional de los arquitectos brasileros, Premio Pritzker en 1988, es un personaje cuya trayectoria profesional prácticamente concurre con el desarrollo de la arquitectura moderna en el siglo veinte. El artículo se concentra sobre un punto específico de esa trayectoria que coincide, por un lado, con el despliegue de la carrera internacional de Niemeyer, ya como el arquitecto de Brasilia, la nueva capital de Brasil recién pasada a manos de los militares y, por otro, con el encargo asumido para proyectar la sede del Partido Comunista Francés, en París. Quiero sugerir que, en esa ocasión, las figuras del profesional, el vanguardista, el artista, y también del militante, se superponen y, a la vez, se desplazan unas con respecto a las otras.