摘要:Difícilmente nuestras escuelas de formación y nuestros espacios de encuentro dejan de afirmar, cada vez que pueden, que el trabajo cotidiano y los esfuerzos académicos que se implican buscan ser, y aseguran lo son, “críticos”. La muletilla incorporada se recita paradójicamente como un rezo. Es decir, como un dogma sobre el cual no cabe duda o reniego. La condición es punto de partida y desde allí lo que sigue lo confirma. De ese modo, el conocimiento puesto en juego se presume valioso e iluminador porque trasciende lo visto y registrado y da pistas para comprender que el objeto, situación o fenómeno enfocado, después de esa práctica, estará desnudo y aliviado de disfraces y trapalandas. Listo para que sin artilugios pueda describirse, comprenderse y hasta valorarse, sin riesgos de engaño. Pero esa criticidad que acompaña a la academia, e incluso al trabajo profesional, y que abrazamos como una cuasirreligión, ¿no sufre alteraciones de tiempo y lugar, actores y corrientes? ¿Está realmente claro qué es “ser críticos hoy”?