摘要:Probablemente sea todo un reto musealizar un fenómeno artístico tan presente en el siglo XXI como es el Arte Urbano. El proyecto Street Art-Banksy&CO marcó en 2016 un hito incómodo en Bolonia al respecto, poniendo sobre la mesa cuestiones delicadas que aún hoy posicionan a artistas y a comisarios de toda Europa. Reacio y con reservas, el sector del arte contemporáneo empieza a incluirlo en sus respectivos espacios y colecciones, beneficiándose del mercado sin dejar de observarlo con el mismo intrusismo que el de los artistas urbanos cuando otros intervienen las calles. Sin olvidar intereses económicos, autorías e ilegalidades, siguen existiendo lagunas sobre cómo se debe abordar el Arte Urbano indoor con cierta profundidad y cuál es el relato a construir desde la institución. Trampas y malas prácticas museísticas que siguen desarrollándose a nivel internacional.