Acciones valen mas que palabras para indigenas latinoamericanos
Por Marcela SanchezByline: Por Marcela Sanchez
El embajador John Maisto, representante permanente de Estados Unidos ante la Organizacion de Estados Americanos, utilizo en una recepcion a principios de mes palabras nuevas y prometedoras para los pueblos indigenas del hemisferio. Dijo que Estados Unidos y otros gobiernos tienen la obligacion "de trabajar eficazmente con poblaciones indigenas hacia la reconciliacion y lazos que honren y respeten sus libertades, su autonomia y el control sobre su propio futuro".
De este modo Maisto hacia eco y ampliaba las ideas expresadas por la Secretaria de Estado Condoleezza Rice en su audiencia de confirmacion a mediados de enero. Ante el Comite de Relaciones Exteriores del Senado, Rice dijo que Washington tiene "por delante la tarea extremadamente importante" de asociarse con un nuevo orden en el que los indigenas en America Latina encuentren "su lugar legitimo en el sistema politico y economico".
Desafortunadamente muchos a los que Maisto pretendia dirigir su discurso no lo escucharon. La mayoria de los delegados latinoamericanos invitados a la recepcion habian decidido boicotearla como protesta por la intransigencia de negociadores estadounidenses durante la quinta ronda de negociaciones de la Declaracion Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indigenas.
Los latinoamericanos dijeron que los negociadores estadounidenses habian mostrado mas interes en estancar el proceso que en escuchar las posiciones indigenas. Palabras de reconciliacion de los principales diplomaticos de Washington no podian menos que sonar vacias ante dicha actitud.
Tristemente esto podria aumentar el escepticismo ya existente en la region sobre las verdaderas intenciones de Washington. Pero las prometedoras palabras de Rice y Maisto podrian potencialmente motivar entre los indigenas la impresion de que a pesar de su desilusion les ira mejor participando que abandonando sus esfuerzos.
Los asuntos indigenas rara vez caben dentro de las prioridades estadounidenses excepto en formas tangenciales y poco constructivas. En ocasiones han chocado con Washington cuando las acciones de unos pocos han llevado a tacharlos a todos de activistas en contra del capitalismo, tolerantes del narcotrafico e incluso aliados con terroristas.
La atencion de Rice a asuntos indigenas es una senal de que la administracion reconoce que lideres elegidos democraticamente en America Latina estan enfrentando una creciente desconfianza de grupos indigenas que continuan marginados y alejados de los beneficios de la democracia. Estos grupos estan reclamando cambios y Washington espera poder persuadirlos a que usen medios legales y democraticos para lograrlos.
Aucan Huilcaman, es uno de los que desconfia de la nueva retorica de la administracion Bush. El lider del pueblo Mapuche en Chile y ahora candidato presidencial dijo que "de un lado esta el discurso del gobierno Bush y del otro la realidad".
Huilcaman y otros lideres indigenas describen desacuerdos fundamentales entre ellos y Washington. Para ellos, la obsesion de Washington con derechos humanos individuales choca con su enfasis tradicional en derechos colectivos. En vez de tener un titulo de propiedad individual sobre un lote de tierra, por ejemplo, prefieren uno colectivo.
Otro desacuerdo tiene que ver con la libre determinacion. Quieren tenerla sin limitaciones que puedan significar un sometimiento a leyes nacionales del pais donde residen. Para ellos esas limitaciones serian otra forma de discriminacion y sometimiento.
Y otro se basa en el crucial tema de los derechos de tierra. Los grupos indigenas quieren el control sobre sus tierras incluidos los recursos en el suelo y el subsuelo. Disputas por estos derechos entre grupos indigenas e intereses empresariales nacionales e internacionales han llevado a la violencia y al derramamiento de sangre.
Obviamente hay un verdadero abismo entre estas prioridades y las de Washington. Pero este el momento para el acercamiento, segun Chris Sabatini del National Endowment for Democracy. Hay un "riesgo enorme", dijo, de que lideres no democraticos que prometan mayor inclusion politica y oportunidad economica ganen mayor impetu.
Es evidente que los funcionarios de Bush no podran satisfacer las demandas de los pueblos indigenas en su totalidad. Ofrecer un nuevo punto de entendimiento sobre sus dificultades podria al menos hacer avanzar el proceso.
Robert B. Zoellick, nominado por Rice para ocupar el segundo cargo en el Departamento de Estado, lo dijo bien durante su propia audiencia de confirmacion la semana pasada, al mencionar que el sistema en America Latina se ha "manipulado basicamente en contra de los pobres" y los indigenas. Y aunque Washington no puede hacer el cambio por ellos, si puede proveer asistencia por medio de una combinacion de acuerdos comerciales, apoyo democratico, financiacion de microempresas y derechos basicos de propiedad.
Esta nueva retorica todavia no ha convencido a una audiencia compresiblemente esceptica. Le corresponde ahora a los nuevos diplomaticos al frente de la politica exterior decidir si este sentimiento de solidaridad se reflejara en la practica.
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