Estadounidenses enojados no pueden comprar felicidad
Por Marcela SanchezByline: Por Marcela Sanchez
Mi vida de "madre soltera" acabo poco antes del mediodia del pasado jueves, lo cual me vino bien ya que no soy ni madre, ni soltera. Mi esposo estaba de viaje y la hija de 13 anos de mi prima estaba ya viajando de regreso a Colombia despues de pasar seis semanas aca. Entonces, cuando volvi a pasar por donde estuvimos en el aeropuerto, pense acerca de sus ultimas impresiones sobre Estados Unidos. Me habia dicho que le parecia que todos estaban molestos.
Como la representante de la aerolinea que nos regano cuando en un principio le dimos un documento de mas. Como la persona que nos vendio un jugo y se molesto cuando no nos retiramos suficientemente rapido para darle paso a otro cliente. Como el mesero de un restaurante que era eficiente y veloz pero furioso -- tanto que apuesto a que la gente le dio propina por puro temor a su reaccion si no lo hacian.
Por razones obvias trabajar en aeropuertos tiene que ser estresante y tal vez nuestra experiencia pudo ser una extrana coincidencia en la tradicionalmente cortes ciudad de Washington. Pero cierta ansiedad y perturbacion parece haberse aduenado aca de personas normalmente agradables. Demasiados se comportan con hostilidad cuando la paciencia seria mas apropiada.
Segun muchas encuestas, los estadounidenses dicen estar molestos por Irak, molestos por los salarios y los escandalos en grandes corporaciones, molestos con ambos partidos. Estan frustrados con la prensa, preocupados con los costos de las medicinas y asustados con la erosion de la privacidad. Eso es demasiado por lo cual estar preocupado -- incluso entre estadounidenses acostumbrados a vivir en abundancia.
Varios sicologos y cientificos politicos con los que he hablado sugieren que los politicos no estan ayudando a mitigar la situacion. Con gente ansiosa a ambos lados del espectro politico, los politicos dirigen dichas angustias contra el lado contrario y utilizan su condicion no para la reconciliacion sino para agitar las masas y convertir la ansiedad personal en enojo publico.
John Kerry, al aceptar la nominacion del Partido Democrata para la presidencia, se refirio a la "enojada division" que tanto el como el Presidente Bush debieran procurar evitar durante las semanas que quedan de campana. Pero ese llamado y sobre todo el optimismo que la Convencion Democrata Nacional transmitio a traves de los medios de informacion parecio un barniz sobre esa frustracion que los politicos saben que necesitan para llevar a los votantes a las urnas.
"Estamos furiosos como el diablo," fue el grito de combate que el Representante Charles Rangel de Nueva York repitio freneticamente en su discurso durante la convencion democrata. Tambien esta la consigna de guerra de clases del companero de formula de Kerry, John Edwards, acerca de los dos Estados Unidos: uno rico y otro colmado de privaciones.
Aunque muy poco halle que me dijera si los estadounidenses estan hoy mas molestos que nunca antes, es mucho lo que se ha escrito sobre el tema de la felicidad y la satisfaccion en el mundo. Curiosamente, indices como la Encuesta de Valores Mundiales a menudo clasifican a paises como Mexico, Colombia y El Salvador entre los mas felices y satisfechos con la vida, mientras que Estados Unidos y otras naciones industrializadas quedan por debajo a pesar de su muy superior desarrollo economico y su mayor riqueza nacional e individual.
El promedio entre los paises latinoamericanos encuestados es, de hecho, mas elevado que el promedio entre los paises industrializados en terminos de felicidad y satisfaccion. En lo que se llama la clasificacion de "bienestar subjetivo," la Encuesta de Valores Mundiales le pregunta a los entrevistados, por ejemplo, que tan satisfechos estan con su trabajo, con la situacion financiera de su hogar, si piensan en la muerte o cuanto confian en el gobierno.
Aunque el indice parece sugerir la nocion revolucionaria de que el dinero no compra la felicidad, tambien sugiere que un aprecio mas profundo dentro de un pais o una cultura por valores no materiales -- tiempo con la familia, amor por la naturaleza, sentido de comunidad -- es necesario para cambiar el juicio de satisfaccion en las personas. En paises como Colombia tal vez 40 anos de conflicto interno han hecho que sus ciudadanos alteren su concepto sobre lo que es valioso.
Tristemente, el tipo de debate sobre valores que esta ocurriendo aca se centra mas en consideraciones conflictivas que en lo esencial. El esfuerzo del Presidente Bush a favor de una enmienda constitucional para prohibir los matrimonios entre homosexuales ha provocado tal vez el debate mas acalorado. Como lo expuso el director de la Encuesta de Valores Mundiales, Ronald Inglehart de la Universidad de Michigan, este tipo de debate de valores lleva a nuevas "divisiones sociales profundas" por fraccionar a la sociedad entre buenos y malos.
Un debate de valores con intenciones politicas puede resultar productivo en un ano electoral, pero no es constructivo a largo plazo. Es mas probable que lleve a nuevos enfrentamientos e irritaciones, y a que las personas, a su turno, se sientan menos contentas en su vida diaria.
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