Heroes estadounidenses se sienten menos que bienvenidos
Por Marcela SanchezByline: Por Marcela Sanchez
Carlos Lizama Morales fue visto una vez como heroe pero por estos dias se siente mas como una amenaza. Superintendente de obras de una importante compania constructora, Lizama superviso la construccion de columnas, paredes y plataformas de concreto cuando el Pentagono apenas se levantaba de las cenizas del 11 de septiembre y con ello se elevaba la fama de Lizama y sus trabajadores.
Durante sus largas horas de duro trabajo, empleados del Pentagono -- civiles y militares -- expresaron su aprecio con mensajes en sus ventanas: "Nunca los olvidaremos", "Los amamos muchachos", "Ustedes son unos heroes".
Hoy Lizama se siente muy diferente. En una reunion de inmigrantes salvadorenos durante el fin de semana en Washington, Lizama se refirio al temor de miles de salvadorenos que residen en Estados Unidos con permisos temporales: "Siempre estamos pensando si (las autoridades estadounidenses) nos iran a sacar".
Esa es la desafortunada realidad de personas que recorren la linea de la legitimidad. Contribuyen al avance de la sociedad, pero como no-ciudadanos con una situacion legal temporal sus familias y fortunas son vulnerables a los caprichos de sus anfitriones. Pareciera como que su trabajo fuera bienvenido pero no ellos como personas.
En Virginia una nueva ley mantiene a muchos latinos en sus casas. Destinada a reducir la violencia pandillera en el norte de Virginia, la ley le permite a la policia local detener a cualquier sospechoso de ser pandillero, pedirle documentos de inmigracion y revisar su historial migratorio. Mas alla del radical cambio legal y filosofico que representan estos nuevos poderes, el impacto inmediato ha sido el socavar otras iniciativas de seguridad y a largo plazo tal vez otras iniciativas de seguridad.
La policia del Condado de Fairfax en Virginia recientemente ofrecio una clase de seguridad preventiva en espanol para demostrar el uso de las sillas infantiles para autos. Segun un informe del Washington Post nadie se presento ya que la comunidad inmigrante penso que la clase era una trampa empleada por la policia para aprehenderlos.
Mientras la policia en Virginia y la nacion en general luchan con encontrar un equilibrio apropiado entre la seguridad publica y el ejercicio razonable de derechos individuales, vale la pena dar un vistazo a las conclusiones del Indice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas emitido el jueves bajo el titulo "La libertad cultural en el mundo diverso de hoy".
El reputado informe anual ha sostenido de tiempo atras que el desarrollo es tanto un asunto politico como economico. Y este ano afirma que las sociedades que incluyen mas a sus minorias salen ganando mientras que aquellas que no lo hacen sufren por ello.
En America Latina donde las elites politicas han ignorado por mucho tiempo a las minorias indigenas, grupos desposeidos se han volcado recientemente a las calles. Hace nueve meses en Bolivia, por ejemplo, el presidente democraticamente elegido fue obligado a renunciar despues de las protestas de grupos indigenas, que representan mas de la mitad de la poblacion.
En paises desarrollados como los Estados Unidos, medidas como la adoptada en Virginia no tienen efectos tan drasticos. Pero si provocan una mayor marginacion de los inmigrantes que al ver reducidas sus opciones de hacerse miembros plenos de la sociedad, se convierten en lo que el informe de la ONU llama "comunidades gueto". Dicha "getoizacion" exacerba mas aun los sentimientos xenofobos y anti-inmigrantes entre los estadounidenses y las privaciones economicas y la desconfianza hacia las autoridades entre los inmigrantes.
Aunque el informe evita en general la critica a las politicas actuales de paises en particular, plantea preguntas significativas y oportunas sobre la direccion en la que esta yendo Estados Unidos. Desde los ataques del 11 de septiembre leyes como la de Virginia justifican el aumento del poder entre autoridades basado en razones de seguridad. Su aplicacion, sin embargo, estigmatiza a grupos enteros, particularmente los no ciudadanos.
Y es ahi donde la exclusion cultural se torna peligrosa. Perpetuar las divisiones y estigmatizar a grupos no solo afecta a los estigmatizados sino a la sociedad en su conjunto. Los inmigrantes se vuelven sospechosos de toda las actividades que involucran a la policia y asi se tornan reacios a acudir a las autoridades incluso para reportar crimenes. Pero en el mundo de hoy son precisamente esas comunidades donde los gobiernos debieran cultivar confianza. Despues de todo, es en ellas mismas donde los que verdaderamente amenazan a la sociedad pueden encontrar asidero o simplemente refugiarse.
Lizama e inmigrantes a lo largo del pais describen un mundo donde acciones arbitrarias se estan volviendo comunes: inmigrantes legales estan teniendo dificultad en obtener simples documentos de identidad, jornaleros se convierten en victimas de crimenes de odio, familias de inmigrantes son separadas de un dia para otro.
Anteriormente amados, Lizama y sus trabajadores sienten que Estados Unidos ya no los acoge como antes. Que lujo es para una sociedad permitir que sus antiguos heroes vivan ahora asustados.
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