摘要:Las ciencias sociales estuvieron en el centro de muchos debates durante el siglo XX.
En la primera mitad del siglo, la diferenciación de las ciencias sociales respecto de las
ciencias naturales tuvo su base en las tesis de autores como Dilthey, así como la
negación de la diferenciación fue un planteamiento característicamente positivista. En
los años `60 y ’70 se llegó a creer que sucesivas concepciones como el materialismo
histórico, el psicoanálisis o el estructuralismo, habían sentado las bases para una
ciencia social definitiva. En los `80 y los `90, las corrientes posmodernistas hicieron
resurgir las sociologías marxistas del conocimiento (aunque enmascaradas en la forma
de constructivismos sociales) y los puntos de vista fenomenológicos con raíces en
Dilthey y Husserl. En medio de todos estos debates y como para muchos otros tópicos,
las ideas de Thomas S. Kuhn llegaron a constituirse en una referencia obligada. Sus
hipótesis sobre el cambio en la ciencia alentaron todo tipo de formulaciones en favor
de la peculiaridad y primacías ontológica y metodológica de las ciencias sociales, al
grado de convertirlas en una entidad capaz de subsumir y absorber a las mismas
ciencias naturales. Aunque no es posible elaborar de buenas a primeras un estado del
arte sobre el status y el futuro de las ciencias sociales dada la complejidad y
multiplicidad intelectuales implicadas, se intenta en lo que sigue precisar los
planteamientos de Kuhn sobre estas disciplinas e indicar la hasta aquí eludida
implicación disruptiva que evidentemente poseen.