摘要:El desarrollo de Chile en el pasado reciente ha desafiado toda sabiduría convencional. Durante los últimos diez años, Chile ha avanzado a pasos agigantados en sus iniciativas por reducir la pobreza, sostener el crecimiento y promover la democratización. Estos avances se han sumado a logros sobresalientes en materia de igualdad de género. En términos más precisos, los hombres y mujeres de Chile han experimentado una mayor paridad en cuanto a oportunidades de acceso a servicios como educación y salud, así como en materia de derechos legales y participación política. No obstante, Chile presenta, por la misma razón, uno de los niveles más altos de desigualdad en América Latina y el Caribe (ALC), un factor que, a la luz de la evidencia internacional, ha probado ser un obstáculo al crecimiento económico y a la reducción de la pobreza. Esta desigualdad se ha hecho evidente en el campo laboral, donde la participación de la mujer representa menos del 39 por ciento, colocando a Chile en una de las últimas posiciones con respecto a los demás países de la región (ver Diagrama 1). A escala mundial, la evidencia indica que una mayor participación de la mujer en la fuerza laboral se traduce en un mayor crecimiento económico. La tendencia observada hacia tasas bajas de participación de una gran proporción de su recurso humano, sugiere que Chile no ha optimizado su potencial de éxito económico en toda su dimensión. Comprender y abordar las aparentes contradicciones en igualdad de género podría constituir un factor importante en la preservación de un desarrollo económico y social sostenido.