Este artículo analiza el Plan de Recuperación y Reinversión aprobado en febrero de 2009 en Estados Unidos para luchar contra la recesión. Se trata de un programa de estímulo fiscal sin precedentes que dará lugar entre 2009 y 2010 a un aumento de gastos y a una reducción de impuestos por un valor total equivalente al 5,5 por 100 del PIB de 2009. Tras repasar los argumentos que justifican las políticas fiscales expansivas en la actual coyuntura y las características deseables de los planes de estímulo fiscal, se analiza el tamaño y la composición del Plan de Recuperación y sus posibles efectos macroeconómicos en Estados Unidos. Desde el punto de vista de la economía mundial, también se compara con los planes aprobados por las demás economías del G7 y se analiza la posible aparición de medidas proteccionistas.