摘要:La historia del sordo est¨¢ marcada por una lamentable concepci¨®n de la sordera. El sordo es
¡°mudo¡±, por tanto, no es una persona capaz de comprender, es un enfermo. As¨ª, la imposibilidad de
adquirir una lengua oral estigmatiz¨® al sordo. Se le consider¨® un ser enfermo incapaz de razonar y
por ende era desvalorizado en todos los sentidos. Al respecto Oliver Sacks (2003:7) comenta:
¡°... la sordera cong¨¦nita se da en todas las razas y pa¨ªses, y as¨ª ha sido desde el principio de la
historia. Afecta a una mil¨¦sima parte de la poblaci¨®n. Samuel Johnson dijo una vez que la
sordera es .una de las calamidades humanas m¨¢s terribles.; pero la sordera en s¨ª no es ninguna
calamidad. Una persona sorda puede ser culta, y elocuente, puede casarse, viajar, llevar una vida
plena y fruct¨ªfera, y no considerarse nunca, ni ser considerada, incapacitada ni anormal. Lo
crucial (y esto es precisamente lo que var¨ªa much¨ªsimo entre los diferentes pa¨ªses y culturas) es
nuestro conocimiento de los sordos y nuestra actitud hacia ellos, la comprensi¨®n de sus
necesidades (y facultades) espec¨ªficas, el reconocimiento de sus derechos humanos
fundamentales: el acceso sin restricciones a un idioma natural y propio, a la ense.anza, el
trabajo, la comunidad, la cultura, a una existencia plena e integrada¡±.