En los últimos años el medio ambiente se ha convertido en uno de los factores más importantes a tener en cuenta en una economía mundial globalizada. En este sentido la conservación y preservación del medio ambiente se considera un objetivo primordial de la política económica internacional, puesto que ello es condición necesaria para la consecución del objetivo tradicional de la misma: lograr el desarrollo de las economías del mundo, con el fin de mantener una situación de paz y estabilidad. En la región euromediterránea esta situación es si cabe más llamativa que en otros lugares del mundo por la fragilidad ambiental que presenta la zona. La política euromediterránea no es ajena a ello, y el medio ambiente se ha convertido en el factor primordial de la misma