El análisis del discurso, y dentro de él del diálogo, ha interesado cada vez más a la lingüística en particular y a la semiología en general, estudiándose también desde un punto de vista contextual por la pragmática lingüística. Sirvan de ejemplo los ensayos de la escuela de Birminghan sobre el análisis del discurso, la pragmática dialógica de la escuela de Ginebra o la lingüística interaccional de C. Kerbrat-Orecchioni. Se pretenden, desde estos ensayos y los por ellos originados, un estudio total del hecho del habla, para lo que habrá que atender a un estudio en el que los elementos fónicos, prosódicos, morfosintácticas y léxicos se integren con los pragmáticos, habida cuenta de que la situación comunicativa, determinada por la intencionalidad y el contexto no lingüístico, será un componente fundamental en este sentido.