A pesar de su calidad estética y capacidad de trangresión, la poesía de Miguel Labordeta (Zaragoza, 1921-1969) no ha sido suficientemente atendida en nuestra historia literaria. El conjunto de su obra ha permanecido al margen de las consideraciones críticas que sí han tenido otros autores coetáneos del período de la posguerra. Posiblemente el sentido innovador de su escritura y su complejo universo simbólico han mantenido los libros del poeta aragones al margen de una valaoración crítica que afirme la singularidad de su lírica dentro de un panorama poético caracterizado por una sumisión a los mensajes del realismo. El presente artículo se encarga de esclarecer algunos aspectos que pongan en valor la escritura poética de Miguel Labordeta.