El cuento “Del corazón todavía” (2008), de Silda Cordoliani propone la construcción de un sujeto femenino interpelado por su historia personal. La protagonista de este relato busca, por medio de alteraciones de la memoria como la amnesia, la alomnesia, la hipermnesia o la paramnesia, construir parcelas de pasado que justifiquen la contemporaneidad deseada, imaginada o vivida por ella. De ahí que, a partir de las nociones en torno a la identidad esbozadas por Judith Butler en Dar cuenta de sí mismo (2009), se proponga la lectura de esta obra como un tejido complejo, donde la deshistorización del pensamiento es asumida como un pilar fundamental para madurar el pasado e idear una identidad.