En este artículo se afirma que el realismo es un asunto que invita a la reflexión por su carácter impreciso y la relatividad de sus conceptos. Es realista cualquier texto que logre dar al lector conciencia del mundo fáctico: convertirlo en objeto artístico es condición sine qua non del proceso creativo. Se quiere mostrar que en literatura todo realismo es ficción, ya que cualquiera que sea el grado de verosimilitud que una obra pretenda alcanzar, actúa siempre dentro de una gran artificiosidad. Se consultaron obras canónicas como la Poética de Aristóteles y las aportaciones de pensadores contemporáneos como José Ortega y Gasset, Michel Foucault, Jacques Lacan y Paul Westheim para arrojar luz sobre la naturaleza de esa tendencia estética, y con ello analizar las relaciones entre las palabras y las cosas, la verdad y la mentira, la realidad y la literatura. Como punto central del texto se aborda el surgimiento de la novela en tanto género eminentemente realista desde sus orígenes.