Resumen: El descubrimiento de nuevos yacimientos petrolíferos y la apuesta por combustibles ecológicos perfilan a Brasil como un líder energético mundial. Sin embargo, este logro no sólo puede sostenerse en la riqueza natural del país, sino que requiere de un modelo basado en políticas energéticas eficientes y sostenibles. El modelo energético brasileño parece mantener tales principios, de un lado con la nueva Ley de Hidrocarburos que garantiza al gobierno el control de estos recursos y de otro con la producción de biocombustibles y etanol. Si bien podemos considerar que la explicación al éxito energético brasileño se centra en gran medida en la disposición de recursos naturales, en este trabajo se argumenta que la gobernanza regulatoria del sector energético desarrollada desde los noventa en Brasil es un factor explicativo directo del mismo, que ha dotado al país de una posición estratégica en América Latina. Finalmente, se tratará de ver cómo el desarrollo energético puede influir en el desarrollo social a través de uno de los países más desiguales de América Latina.