摘要:Viene a ser ya lugar común en la Historiografía modernista sobre la guerra cristiano-turca en el Mediterráneo la alusión, directa o indirecta, al largo – y ya un tanto cansino – debate historiográfico sobre las consecuencias y utilidad del combate más sangriento en la Historia de Europa desde Cannas, allá por el 216 a. de C.; esto es, la batalla naval de Lepanto. Y, por supuesto, no es nuestra intención reproducir aquí todas sus variantes: desde la ya clásica afirmación volteriana del éxito desaprovechado y las mucho más científicas aseveraciones de Braudel1 (seguidas por legión de autores como Hess2) en el sentido de dar poco valor a los frutos militares de la victoria cristiana, hasta las nuevas visiones que pretenden re-evaluar los resultados – más bien potenciales – de la batalla3, o que cargan las tintas sobre la imagen propagandística que proporcionó tan magno – se quiera o no – acontecimiento4