Este artículo plantea la importancia crucial de pensar las mutaciones que afectan al arte en su cruce con la nueva experiencia del tiempo, con los cambios en la estructura perceptiva de la temporalidad. Siguiendo a Benjamin, se trata de deflagrar la continuidad histórica, para escapar de la contemplación apocalíptica, oteando tanto las contradicciones sociohistóricas del capitalismo, como los impases que le plantea al desarrollo democrático de América Latina, la desmemoria de unos gobiernos que han convertido la pseudogenerosidad de la amnistía, o del consenso, en la etapa superior del olvido.