摘要:¿Por qué existen diferencias tan altas en ingreso per cápita entre países? Esta pregunta ha concentrado la atención de muchos economistas, dada la alta correlación entre el ingreso per cápita e indicadores de bienestar como tasas de mortalidad infantil, expectativa de vida, acceso y calidad de la educación, entre otros. Los principales avances de la economía para contestar esta pregunta aparecieron en los años cincuenta con las investigaciones desarrolladas por Robert Solow y Trebor Swan1. Luego surgió un renovado interés en los ochenta con nuevos desarrollos teóricos y la mayor disponibilidad de datos que permitieron validar o refutar las teorías que se elaboraban2. Aunque aún existe discusión acerca de cuál es el principal factor detrás del crecimiento del ingreso per cápita, lo incuestionable es que este proviene de tres fuentes: acumulación de capital físico, acumulación de capital humano y mejoramiento de la productividad, —o qué tan eficientemente se utiliza el capital y el trabajo. Esto constituye un avance científico importante, pero en rigor no permite contestar la pregunta inicial. Si conocemos la manera de acumular capital físico y humano, y de mejorar la productividad, ¿por qué sigue habiendo países pobres? La respuesta obvia es que existirían barreras insoslayables a la acumulación de factores y al mejoramiento de la productividad. La geografía y la cultura podían ser la respuesta. También la ignorancia.