El gran número de abusos que, con carácter secular, se han cometido en el espacio forestal valenciano ha generado un proceso de degradación progresiva de la cubierta vegetal, acentuado en los últimos decenios por la escalada de incendios forestales y las consecuencias de la especulación urbanística. Entre las razones que justifican el estado actual de las masas forestales valencianas figuran, en primer lugar, los abusos revanchistas motivados por conflictos o cambios de titularidad desde época señorial y el deterioro ocasionado por aprovechamientos excesivos o desordenados. Los múltiples efectos que desencadenó la política desamortizadora, así como la expansión de las roturaciones arbitrarias, son igualmente fundamentales para entender el proceso de degradación que afecta desde mediados de la centuria pasada al espacio forestal valenciano. Frente a los numerosos factores causantes de la degradación de los montes valencianos, las limitaciones impuestas por una guardería forestal insuficiente y el condicionamiento de unos intereses municipales a menudo contrapuestos a la conservación de la cobertura vegetal, han impedido o dificultado con frecuencia la defensa de los espacios montuosos.