Este artículo busca echar luz sobre la globalización de la moda a partir del seguimiento de una firma de diseño y producción de zapatos ubicada en Nueva York. Asimismo, se detiene en el lugar que ocupan los consumidores en la generación de patrones estéticos y en cómo participan en cada instancia de la producción de un objeto de moda. Con la metodología que trata de «seguir al objeto», se busca mostrar que la estructura de la cadena de la mercancía, sus vínculos, fases, etapas y las manos por las que pasa componen una formación social altamente fragmentada e idiosincrática, fruto de redes minúsculas finamente coordinadas, sostenida en las relaciones provisorias que se constituyen a cada paso.