América Latina asistió entre 1950 y 1963 al surgimiento y consolidación de un intento analítico-interpretativo del subdesarrollo del continente, cuya expresión institucional fue la Cepal y su representante más calificado Raúl Prebish. Las teorías cepalinas no fueron objeto de crítica hasta los inicios de la década del 60. Por otra parte, el fallido intento de la Alianza para el Progreso fue una expresión más - y quizá una expresión póstuma -, de la pérdida de hegemonía analítico-explicativa de las teorías cepalinas.