Este artículo analiza la llamada «revolución de los militares peruanos», original proceso político que se desarrolló durante siete agitados años (1968-1975) en el centro mismo de América del Sur. Es decir, en el corazón geográfico de la única región del Tercer Mundo donde hasta hoy no se han reflejado, a través de guerras locales o conflictos más o menos generalizados de carácter periférico, las tensiones existentes entre los dos principales polos de poder.