La crisis de la izquierda en el Perú de hoy, es una de crecimiento vertiginoso en el apoyo de masas que puede agostarse por su incapacidad de organizar y representar a casi un tercio del país, que ha votado ya dos veces por ella en los últimos cuatro años. Su principal problema parece radicar en la fragmentación que impide ver, a sus distintas organizaciones, que son muchos más sus puntos de unión que sus diferencias y, por tanto, de allí su incapacidad para forjar un frente unitario, ágil en la acción y efectivo en la representación nacional, acumulando fuerzas, como una alternativa de poder.