En los últimos años, debido a la crisis financiera internacional y a otros factores propios de la región latinoamericana, entre ellos un alto endeudamiento que llegó a los US$ 300,000 millones, los países de esta región han tenido que empezar a reducir el ritmo de endeudamiento externo de una parte, y de otra efectuar renegociaciones parciales de sus deudas externas. En ambos casos, las operaciones efectuadas han seguido una secuencia más o menos igual para todos los países. En primer término, ha tenido que negociarse convenios (stand by o de extended fund facility) con el Fondo Monetario Internacional, los cuales preveen límites de endeudamiento externo, límites de financiamiento del Banco Central al sector público y algunos otros parámetros que conforman el programa monetario.