Una de las características de la educación superior en América Latina, en las últimas décadas, ha sido su intenso y acelerado proceso de expansión. El autor, basándose en precisión es estadísticas y estudios al respecto, hace un penetrante análisis tendiente a determinar si dicha expansión ha significado realmente un proceso democratizador en el acceso de la juventud a la enseñanza universitaria. En este sentido también se señalan las transformaciones internas más significativas que se han operado en la estructura global del sistema educativo y que han contribuido a los cambios cuantitativos en este sector. Asimismo, el autor se detiene en el examen de las nuevas estrategias pedagógicas, enfatizando en la educación abierta y a distancia como alternativa para los sectores tradicionalmente excluidos de la enseñanza superior. Luego se analizan las perspectivas y problemas de la enseñanza superior, identificándolos en cada etapa de la trayectoria de un estudiante universitario: el acceso, el proceso de enseñanza-aprendizaje y, la obtención de un empleo en el momento del egreso. Finalmente, el autor reflexiona brevemente sobre los síntomas de reflujo y pérdida de capacidad protagónica por parte del movimiento estudiantil en la participación política.