El artículo intenta definir las bases sobre las cuales puede asentarse el proceso de desarrollo futuro de América Latina, si se pretenden satisfacer objetivos de modernización y democracia. En ese contexto se presentan las principales opciones sobre las cuales girará la política educativa: ¿la base o la cúpula del sistema?, ¿la homogeneidad o la diferenciación institucional?, ¿un currículum basado en las particularidades culturales o en los elementos universales?
Estas notas no pretenden cerrar ninguno de los problemas planteados sino, al contrario, abren una discusión cada vez más necesaria