El éxodo de trabajadores indocumentados mexicanos hacia EEUU ha venido mostrando desde hace algunos años ritmos significativos de crecimiento. Intimamente relacionado con la complementariedad de los mercados de trabajo en ambos países, este fenómeno se ha convertido en un tema polémico dentro de la relación México-EEUU, y seguramente lo será también en la agenda interamericana del futuro. En este artículo se revisa crítica y propositivamente la conceptualización de «indocumentado», así como las causas del proceso de expulsión-recepción de la mano de obra mexicana, la perspectiva estadounidense del problema y las normas migratorias en relación al respeto de los derechos humanos de estos trabajadores*