Estamos ante la emergencia de un nuevo sistema internacional. La sociedad global en formación se caracteriza por un proceso de globalización segmentada. En este contexto de cambios, América Latina debe encontrar una nueva inserción que facilite su desarrollo. En el área latinoamericana, la voluntad de integración reapareció con fuerza en los últimos años. Esta hoy se expresa principalmente en acuerdos y acciones subregionales o de carácter bilateral. Algunas se han desarrollado exitosamente. Sin embargo, otras se fijaron metas que carecían de viabilidad, lo que se ha reflejado en confusión y retrocesos en los procesos y mecanismos; de allí la proliferación de diversos acuerdos aparecidos en pocos meses.