Los últimos avances en los diversos procesos de integración regional plantean no sólo desafíos, también presentan omisiones por parte de las instancias responsables de su articulación. La falta de consulta y participación de los sindicatos en los mecanismos elegidos para el progreso de la integración, puede derivar en fuertes desajustes económicos y sociales así como también erigirse en condicionante para el éxito de los procesos. La participación de los trabajadores debe exceder la reunión esporádica para centrarse en la investigación, asesoría y acción política concretas.