El movimiento por la democracia con pluralismo ideológico, religioso y Justicia social, por Incipiente que sea, cada vez se extiende más en distintos países del Tercer Mundo. Como movimiento universal tiene posibilidades de vincularse a un nuevo Internacionalismo de partidos, trabajadores y pueblos. En esa vinculación es difícil que no se concrete una unión entre asalariados de dentro y fuera de los nichos del capitalismo global. Con muchas fuerzas políticas más, unos y otros se verán obligados a actuar ante las catástrofes y tumultos que objetivamente se preparan para los próximos años. A fin de que esa acción sea universal habrá que dar la bienvenida a los movimientos nacionalistas, étnicos y tribales que luchan en su interior contra las mafias que los dominan y también por el derecho de los pueblos, un valor universal tan importante como el derecho de los individuos y el de los trabajadores.