A medida que se reestructuran y transforman radicalmente las economías nacionales y se crean nuevas formas de organización social, se está construyendo una nueva economía política en América Latina. Las economías y sociedades de la región reaccionan ante estos cambios y se están reconectando con las exigencias de un mundo cada vez más competitivo e interdependiente. Tales cambios se están produciendo en un contexto de gobernabilidad democrática, lo que abre posibilidades de desafiar el nuevo paradigma neoliberal. En este artículo se argumenta que el estructuralismo y la teoría de la dependencia pueden desempeñar un papel provechoso en este proceso de cuestionamiento y construcción de un paradigma de desarrollo alterno con respecto al dominio actual del esquema neoliberal.