Dos acontecimientos llenaron de optimismo en 1998 a los colombianos respecto de una solución negociada al conflicto armado: la reunión del entonces recién electo Andrés Pastrana con el comandante de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, y la reunión en Maguncia (Alemania) entre representantes de distintas organizaciones de la sociedad civil y miembros de la cúpula del ELN. Un año más tarde cunde el pesimismo y la desesperanza. Negros nubarrones se ciernen sobre Colombia. Uno de los más graves son los riesgos de una creciente intervención de Estados Unidos en la guerra de contrainsurgencia. En este trabajo se analizan tanto la visión dominante en Washington como las líneas de su política hacia Colombia.
During 1998, two events provoked optimism amongst Colombians over the possibilities of a negotiated solution to the armed conflict: the meeting between the then recently elected President Andrés Pastrana and the FARC leader Manuel Marulanda Vélez; and secondly, the meeting in Mainz (Germany) between representatives of different organizations of civil society and members of the ELN. Just a year later, the tonic is pessimism and even desperation. There are storm clouds on the horizon and one of the most serious risks is of an increasing intervention of the United States in the counter-insurgency war. The article analyzes the prevailing vision of the problem in Washington and the characteristics of its policy toward Colombia.