Las prácticas militares en la isla puertorriqueña de Vieques comienzan en la década de los 40, pero es recién a finales de los 70 cuando se inicia la protesta por la destrucción ambiental y la degradación civil de la vida local. Desde los últimos años se ha multiplicado el rechazo a las maniobras de la Armada estadounidense, en especial con la muerte de un guardia civil. Un frente heterogéneo formado por iglesias, vecinos, asociaciones profesionales o sindicales, políticos y personalidades en general cristaliza la oposición mayoritaria al uso militar de Vieques, pese a los intentos del actual gobierno de Puerto Rico, de ganar tiempo hasta que una eventual administración republicana asegure la continuidad de la situación.
The military exercises in the Puerto Rican island of Vieques began in the 1940s but it was as recently as the late 1970s when protests began against the damage to the environment and the negative effects on local civilian life. More recently the opposition to the military maneuvers of the North American navy have multiplied, especially after the death of a member of the Civil Guard. A heterogeneous alliance of Church members, neighborhood groups, professional associations, trade unions politicians and prominent personalities conorms a majority opposed the use of the island for military purposes, despite the attempts of the current Puerto Rican government authorities to gain time in the hope that an eventual Republican administration in Washington could ensure the continuation of the current practices.