Empezamos a comprender la necesidad de insertar las relaciones comunicación/política en un mapa cruzado por tres ejes: la reconstrucción de lo público, la constitución de los medios y las imágenes en espacio de reconocimiento social, y las nuevas formas de existencia y ejercicio de la ciudadanía. Desde esa perspectiva lo que estamos viviendo no es, como creen los más pesimistas de los profetas-fin-de-milenio, de Popper a Sartori, la disolución de la política sino la reconfiguración de las mediaciones que constituyen sus modos de interpelación de los sujetos y de representación de los vínculos que cohesionan la sociedad. ¿Les queda sentido a las políticas de comunicación? Sí, a condición de que superen la vieja concepción excluyente de lo nacional y asuman que su espacio real es más ancho y complejo: el de la diversidad de las culturas y comunidades dentro de la nación y el de la construcción del espacio cultural latinoamericano.
We begin to understand the need to place the relations Communication / Politics on a map crossed by three axis: the reconstruction of the public sphere; the transformation of the media and images into an ambit for social recognition; and the new forms of existence and exercise of citizenship. Conceived of in this way, what we are currently experiencing is not, as the pessimistic end-of-the-millennium prophets from Popper to Sartori would have us believe, the dissolution of politics; it is rather the modification of the mediations which condition its forms of interpelation of subjects and representation of the bonds which give cohesion to the society. Communication policies continue to have sense? Yes, on the condition that they overcome the out-dated conception centered exclusively in the national and accept that its ambit is much broader and complex: that of cultural diversity within the nation and of the creation of a Latin American cultural ambit.