El segundo Foro Social Mundial demostró la vitalidad del movimiento ciudadano, congregando a miles de participantes para analizar alternativas a la situación actual. El encuentro no estuvo libre de tensiones y contradicciones; los antagonismos entre partidos políticos y actores de la sociedad civil, las disputas entre viejos y nuevos movimientos sociales, y las pujas por el liderazgo aun entre éstos, no estuvieron ausentes. Tampoco faltó el debate sobre los límites y posibilidades de la democracia representativa, las posibilidades de la sociedad civil como un actor global o la defensa de una pluralidad de actores y redes. El Foro dejó en claro que la renovación de la política es posible, pero requerirá nuevas articulaciones entre los partidos y los movimientos sociales, donde hay más de una alternativa posible.
The second World Social Forum demonstrated the vitality of the citizens´ movement, convoking thousands of participants to discuss alternatives to the current situation. The meeting was not free from tensions and contradictions; there was evidence of the antagonism between political parties and actors from civil society, between old and new social movements, and struggles for preeminence amongst the latter. There were debates over the limits and possibilities of representative democracy, the possibilities of civil society as a global actor or as a plurality of actors and networks. The Forum made it clear that a renewal of politics is possible, but also that it requires new articulations between political parties and social movements and that there are alternative ways of conceiving them.