En Venezuela se ha tornado imprescindible reconocer la diversidad y pluralidad de los actores sociales y políticos en juego. Esto es necesario pare desactivar la trampa de la polarización, que aún prevalece. La elevada conflictividad ha estado alimentada por sectores antagónicos, que sin embargo no representan la complejidad de los actores y tendencias. Discriminar los matices y la diversidad es un reto pare los grupos progresistas, de manera de preservar el pluralismo político.
The events of April 2002 in Venezuela revealed the urgent necessity of recognizing the diversity and plurality of the different social and political actors. The dangers of an extreme polarization and confrontation have been made clear. It is time for progressive groups to represent those actors and tendencies which are not trapped in postures of irreconcilable confrontation, which defend the possibilities of diversity, of debate, of nuances and of the preservation of political pluralism.