摘要:Los sucesos ocurridos en el Congreso (enero 24, 1848) revistieron enorme trascendencia. En el siglo XIX se constituyó en un disolvente de uno de los pilares de la gobernabilidad más trabajosamente edificado, como lo fue el consenso político en torno a las instituciones fundamentales. La reacción que produjo en la Provincia de Mérida fue contundente porque obligó a los proyectos políticos ir al terreno de las acciones inmediatas. Ello es comprensible por la trayectoria ideológica de los líderes de sus colectivos sociales. Todo ello condujo a la rebelión en 1848, lo cual significó la instalación de una Junta Gubernativa que asumió todos los poderes en la Provincia merideña e intentó preservar la gobernabilidad que denunció como conculcados por el Poder Ejecutivo venezolano, la estructuración de una alianza interprovincial en el occidente que garantizara la defensa y conservación de las respectivas entidades políticas, hasta el logro de la restauración y vigencia del orden constitucional. Vencida la rebelión por el ejercito de Monagas, la élite merideña, a pesar de las medidas represivas, mantuvo latente su oposición al monagato, lo cual se manifestó en 1858 cuando se sumó a la revolución que depuso al régimen monaguero.
其他摘要:The events that occurred in Congress (January 24, 1848) acquired enormous transcendence. In the 19th century they became one of the elements that dissolved one of the most important pillars of governability that had been raised with much difficulty, that is, the one of political consensus regarding fundamental institutions. The reaction it produced in the province of Merida was overwhelming because it obliged political projects to move on to the field of immediate action. It is understandable because of the ideological trajectory of the leaders of its social groups. It all led to the rebellion of 1848, which meant the installation of a Governing Council that assumed power in Merida Province and attempted to preserve governability, which it claimed had been infringed upon by the Venezuelan Executive Power. The Governing Council also tried to structure an alliance among the provinces in the western part of the country that would guarantee the defense and conservation of the respective political entities until the restoration and validity of constitutional order was achieved. Though their rebellion was defeated by the army of Monagas, and in spite of repressive measures, the elite of Merida maintained their latent opposition to the Monagas government, which became manifest in 1858 when it joined the revolution that deposed the Monagas regime.