摘要:Las construcciones culturales de masculinidad y feminidad que orientan las pautas culturales en la familia y en la comunidad han jugado un papel significativo en restringir el derecho de las mujeres a la propiedad de la tierra, así como su participación en espacios públicos. Igualmente, la residencia patrilocal tiene implicaciones en la condición y posición de las mujeres al colocarlas en una situación de vulnerabilidad. El reducido poder de negociación que suelen tener en esta etapa de su vida, su posición subordinada en el sistema de parentesco y su limitado acceso a los bienes y recursos se expresan en inequidades de género que afectan notablemente su calidad de vida.