摘要:Este artículo argumenta que el proceso revolucionario boliviano de 2000-2005 no siguió los pasos de la estrategia revolucionaria asociada a la Revolución Cubana. La fuerza inusitada de los movimientos sociales, la ausencia de un líder único y la integración de las elecciones democráticas a la movilización popular han dado un giro a la estrategia revolucionaria en el continente, generando mayorías estables a través de un proceso de encasillamiento, cuyo desenlace no ha sido la toma del poder estatal. La emergencia de un dictador y de un partido único en Cuba, y su ausencia en Bolivia, es explicada por el tamaño de sus sociabilidades autónomas: muy grandes en Bolivia, muy débiles en Cuba.
其他摘要:This article claims that the Bolivian revolutionary process of 2000-2005 did not follow on the steps of the Cuban Revolution's strategy. The sheer strength and autonomy of its social mobilization, the absence of a maximum leader, and the meshing of democratic elections with mass mobilization have given a turn of the screw on revolutionary strategy in Latin America, producing stable majorities through a lock-in process, whose ultimate outcome has not been the assault on state power. The emergence of a dictator and a unique party in Cuba, and their absence in Bolivia, are explained by the size of their autonomous sociabilities: very large in Bolivia, and very weak in Cuba.