摘要:OBJETIVOS: Evaluar si un mejor conocimiento y una mayor aplicación de las medidas de salud pública fomentadas para la prevención del cólera se reflejan en una menor prevalencia de infestación parasitaria en el medio doméstico de una comunidad del estado de Tamaulipas, México, cercano a la frontera con los Estados Unidos de América. MÉTODOS: Entre 1994 y 1997 se recolectaron muestras fecales de 438 niños mediante un muestreo por conveniencia. Estas muestras fueron examinadas en busca de huevos o larvas de helmintos y quistes de protozoos, como indicadores biológicos del cumplimiento en el medio doméstico de las medidas recomendadas para la prevención del cólera. Las medidas aconsejadas consistían en lavarse las manos antes de las comidas y después de defecar, tomar agua purificada, lavar las frutas y vegetales e ingerir alimentos bien cocinados. Adicionalmente, se obtuvo información relativa al conocimiento y aplicación de las medidas para la prevención del cólera mediante entrevistas a adultos de 252 viviendas (186 de esas viviendas también entregaron muestras para análisis). RESULTADOS: De los 438 niños, 131 (30%) presentaron infestaciones parasitarias. Estos niños residían en 79 (42%) de las 186 viviendas que entregaron muestras fecales. Giardia lamblia representó el 12,5% de las infestaciones. También se encontraron Hymenolepis nana, Ascaris lumbricoides, Trichuris trichiura, Enterobius vermicularis, Ancylostoma/Necator, Strongyloides stercoralis, Entamoeba coli, Entamoeba hartmanni, Entamoeba histolytica, Endolimax nana e Iodamoeba bütschlii. Los niños con parasitosis eran mayores y con mayor frecuencia tenían algún hermano o hermana infestado. Las viviendas con tres o más niños presentaron mayor probabilidad de tener algún niño infestado. Las personas encargadas de cuidar la salud en las viviendas donde había al menos un niño con parasitosis se caracterizaron por no poder mencionar de memoria al menos tres medidas de prevención contra el cólera. CONCLUSIONES: La prevalencia de viviendas con niños infestados con parásitos (42%) fue relativamente elevada e indica que algunos residentes de esta comunidad pueden no haber respondido totalmente a los esfuerzos de educación sanitaria promovidos para la prevención del cólera. La presencia de protozoos parasitarios no patógenos, como Endolimax nana, Entamoeba coli, Entamoeba hartmanni o I. bütschlii, es un marcador biológico importante de la persistencia de hábitos higiénicos inadecuados que aumentan el riesgo de cólera y otras enfermedades infecciosas de transmisión fecal-oral. La información obtenida de estudios similares puede servir para vigilar el cumplimiento de los programas de salud e higiene comunitarias, e indica que es necesario intensificar el trabajo educativo dirigido a la prevención de la diarrea asociada con patógenos entéricos que no pueden ser controlados solo con medicamentos.
其他摘要:OBJECTIVE: To investigate whether increased knowledge and use of public health measures promoted for cholera prevention is reflected in lower prevalence of parasitic infection in households in a community in the state of Tamaulipas, Mexico, that is close to the border with the United States of America. METHODS: Between 1994 and 1997, fecal samples from 438 children were collected through convenience sampling and then examined for helminth eggs/larvae and protozoan cysts as biologic indicators of household compliance with recommended cholera prevention measures. The suggested measures were to wash hands before meals and after defecation, to drink purified water, to wash fruits and vegetables, and to eat well-cooked food. In addition, information on the knowledge of and the use of cholera preventive measures was collected by interviews with adult informants in 252 households (186 of those households also provided a fecal sample for analysis). RESULTS: Parasitic infections occurred in 131 of the 438 children (30%), who resided in 79 of the 186 households (42%) that provided fecal samples. Giardia lamblia accounted for 12.5% of all infections. Infections with Hymenolepis nana, Ascaris lumbricoides, Trichuris trichiura, Enterobius vermicularis, Ancylostoma/Necator, Strongyloides stercoralis, Entamoeba coli, Entamoeba hartmanni, Entamoeba histolytica, Endolimax nana, and Iodamoeba bütschlii were also noted. Infected children were older and more often had an infected sibling. Households with three or more children were also more likely to have an infected child. The primary caregivers in the households where at least one child had a parasitic infection were distinguished by their inability to list at least three cholera prevention measures from memory. CONCLUSIONS: The 42% household prevalence of parasitic infection was relatively high and indicates that some residents of this community may not have fully embraced the public health education efforts promoted for prevention of cholera. The occurrence of nonpathogenic protozoan parasites such as Endolimax nana, Entamoeba coli, Entamoeba hartmanni, and I. bütschlii are important bioindicators for the persistence of unhygienic behaviors that increase the risk of cholera and other infectious diseases dependent on fecal-oral transmission. Information obtained by similar studies can be useful for monitoring compliance with community health and hygiene programs and may indicate the need to intensify educational efforts for the prevention of diarrhea associated with enteric pathogens that cannot be controlled by drugs alone.