La migración a gran escala que tiene lugar actualmente de México a los Estados Unidos de América origina nuevos retos para la salud pública. Se deben diseñar políticas de salud bien fundamentadas que aborden los problemas emergentes de salud en los estadounidenses de origen mexicano y otras subpoblaciones de los Estados Unidos. En este artículo se describe un enfoque que permite analizar la carga de las enfermedades cardiovasculares (ECV), tanto en mexicanos como en estadounidenses de ascendencia mexicana (en el contexto de la sociedad que acaban de abandonar). Estos datos se analizan también en el contexto de otras poblaciones de ascendencia hispanoamericana. La caracterización rigurosa de la población migrante mexicana permitirá explicar el estado de salud de los estadounidenses de ascendencia mexicana. De manera similar, la copiosa experiencia en salud pública acumulada en los Estados Unidos puede ser útil en la lucha para controlar las ECV en México. El primer paso lógico puede ser alinear los sistemas existentes de datos de los dos países y describir los patrones fundamentales del desenlace y las situaciones de riesgo de la enfermedad.