La prospectiva de la economía mundial, hasta algo más allá de la mitad del decenio, está dominada por factores contraccionistas, que apuntan, en el mejor de los casos, a tasas mínimas de crecimiento en el segmento avanzado y a un cierto dinamismo, por debajo del prevaleciente antes de la crisis, en las economías emergentes y en desarrollo. El desempleo seguirá siendo elevado, sobre todo entre los jóvenes, cuyas disminuidas expectativas han planteado el riesgo de una "generación perdida". La persistencia de la Gran Recesión y sus secuelas han revitalizado el debate de política económica. Se discuten temas como la pertinencia de las políticas anticíclicas, junto con políticas industrial y cambiaria activas y un mayor papel del Estado en la superación de la crisis. Inscrito en un entorno de inquietud social y de renovada preocupación por el avance de la desigualdad, el debate abarca cuestiones sociales y políticas más amplias y la construcción de nuevos paradigmas.
Well into the second half of this decade, the world's economy prospective appears trou-bled by depressing factors which point to minimal growth in the developed countries and a low dynamic for emerging and developing economies, behind the curve of the years be-fore the crisis. Unemployment will remain at high levels, particularly among young workers and entrants, whose diminished expectations have brought the risk of a "lost generation". The persistence of the Great Recession and its consequences have reinvigorated the po-licy debate around issues such as the need of countercyclical policies, adoption of active industrial and foreign exchange policies and a greater State involvement in crisis fighting. Within a framework of renewed social unrest and concern for the growing inequality, the debate encompasses wider social and political issues and the design of new paradigms.