摘要:Este escrito pretende exponer una estética de la escucha, a partir de las propuestas de Jacques Derrida relacionadas con el tono y la música y su presencia en la escritura, concebida como percusión y exposición de sentidos, cuya diseminación provoca una de las “definiciones” de la desconstrucción que él mismo propondría y que refiere al decir que la desconstrucción sería, si de dar una definición se tratara: “muchas lenguas”. Tales variaciones conllevarían la necesidad de una estética de la escucha que pudiera permitir una aproximación a la pregunta, “¿cómo hacerse oír por un filósofo?”. La relación de la desconstrucción, con la expresión de la melancolía en el rock y el azúcar en el blues, su dulce tono y medicina, se establece a partir de la interferencia de estas dos dimensiones de la audición que la música popular pudiera exponer ante la música más selecta o de culto.